Un equipo de paleontólogos del grupo de investigación Aragosaurus-IUCA de la Universidad de Zaragoza ha identificado, por primera vez, restos fósiles de oso de las cavernas (Ursus spelaeus) en el macizo de Cotiella, en el Pirineo oscense. El descubrimiento, realizado en la cavidad F009 Chorro Alto, supone una nueva y prometedora línea de investigación en este sistema kárstico de alta montaña y podría convertirse en el segundo yacimiento documentado de esta especie en la provincia de Huesca.
Durante la última Edad del Hielo, entre hace 300.000 y 25.000 años, el oso de las cavernas fue uno de los grandes mamíferos del Pleistoceno europeo. Aunque su aspecto recuerda al del actual oso pardo, alcanzaba tamaños mucho mayores —los machos adultos podían superar los 3 metros al erguirse—. Hasta el momento, se sabe que era mayoritariamente herbívoro y que utilizaba las cuevas como refugios, lugares de hibernación y posiblemente también de cría.
En el Pirineo aragonés, los fósiles de Ursus spelaeus son extremadamente escasos. Hasta ahora, el único yacimiento relevante era el de la Cueva del Oso de Tella, excavado en los años 80 y objeto de una tesis doctoral desarrollada por la investigadora Raquel Rabal (Aragosaurus-IUCA) en el año 2013. Este yacimiento cuenta hoy con un pequeño museo y es visitable.

Restos fósiles hallados, preparados para ser estudiados por el grupo Aragosaurus IUCA. (Grupo Aragosaurus)
Este nuevo hallazgo ha sido posible gracias a la colaboración entre espeleólogos y científicos. A partir de la comunicación del descubrimiento por parte de un grupo de espeleólogos franceses, Anchel Belmonte —coordinador científico del Geoparque Mundial UNESCO Sobrarbe-Pirineos— contactó con el equipo investigador. En la posterior visita a la cavidad participaron José Ignacio Canudo y Gloria Cuenca (Aragosaurus-IUCA), junto a Anchel Belmonte y los miembros del Espeleogrup del Club Muntanyenc L'Hospitalet y de la Asociación Científico-Espeleológica de Cotiella (ACEC): Ramón Queraltó Foix, Joan Cullell Pérez y Rafael Solanas Garriga.
El acceso a la cueva no fue sencillo y requirió la instalación de pasamanos. Una vez dentro, se localizaron varios restos óseos desarticulados, incluyendo dos mandíbulas de individuos juveniles de oso de las cavernas, en buen estado de conservación. Los fósiles fueron recuperados con extremo cuidado y se encuentran ya en fase de estudio. En caso de confirmarse que pertenecen a Ursus spelaeus, el yacimiento F009 Chorro Alto se sumaría al reducido conjunto de cuevas con presencia documentada de esta especie en Aragón.