El alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, acompañado por el concejal de Servicios Públicos, Carlos Tarife, ha presentado hoy el Plan de Infraestructura Verde y Biodiversidad (PIVB), una ambiciosa hoja de ruta, con 10 años de aplicación, que sitúa a la naturaleza como protagonista en el desarrollo urbano de la capital, "un plan redactado por la empresa por Dasotec, a cargo de su experto Juanma Borrajo, firma especializada en infraestructuras verdes e ingeniería medioambiental, que busca convertir a Santa Cruz en una ciudad más saludable, equitativa, sostenible y resiliente", avanzó el regidor capitalino.
El acto de presentación estuvo presidido por Bermúdez, quien subrayó la importancia de "apostar por una infraestructura verde que mejore la calidad de vida de los santacruceros y nos prepare para los desafíos del cambio climático" y afirmó que "Santa Cruz ha crecido de espaldas a la naturaleza durante décadas, por lo que este proyecto supone un cambio de paradigma, ya que queremos una ciudad donde la biodiversidad sea un valor esencial, donde los espacios verdes estén conectados y sean accesibles para todos" y concluyó afirmando que "más bonita y resiliente, donde el bosque urbano sea nuestra mejor infraestructura".
Por su parte, el primer teniente de alcalde y concejal de Planificación Estratégica, Sostenibilidad Ambiental y Servicios Públicos, Carlos Tarife, destacó que el plan permitirá "ordenar y ampliar la infraestructura verde" mediante un enfoque integral y multifuncional, "ya que históricamente la ciudad ha considerado las zonas verdes como equipamientos aislados, sin priorizar su conexión ni sus interacciones ecológicas, lo que ha fragmentado y reducido hábitats naturales y biodiversidad".
"El Plan de Infraestructura Verde y Biodiversidad -detalló Tarife- nos permitirá vertebrar ecológicamente la ciudad. No hablamos solo de plantar más árboles, sino de diseñar una red verde que conecte barrios, fomente la biodiversidad y ofrezca servicios ecosistémicos: desde mejorar la calidad del aire hasta mitigar el efecto isla de calor", explicó.

Objetivos generales del plan
El redactor del plan, Juan Manuel Borrajo, puso en valor que "este plan establece como objetivo general impulsar un desarrollo urbano sostenible, saludable, equitativo y resiliente, integrando la salud ciudadana, la renaturalización mediante soluciones basadas en la naturaleza, el uso sostenible de la tierra y el fomento de la biodiversidad" y añadió que "entre ellos, mejorar el estado ecológico general de la ciudad, la creación de un entorno urbano que favorezca la salud, el bienestar, la habitabilidad y la seguridad, potenciar la biodiversidad urbana y la conectividad entre espacios verdes urbanos y periurbanos.
Transformaciones propuestas
Entre otros detalles, Borrajo se centró en que el plan visualiza transformaciones significativas en el paisaje urbano como la naturalización y peatonalización de la Rambla de Santa Cruz, la naturalización y peatonalización de la Autovía TF-11 (Santa Cruz-San Andrés), la creación de jardines terapéuticos, espacios diseñados específicamente para mejorar la salud física y mental a través de la interacción con la naturaleza, la definición de una red de corredores verdes que conecten los principales parques, plazas y espacios naturales, la renaturalización de solares y espacios degradados, integrar la vegetación en los edificios.
Implementación, Seguimiento y Evaluación
Para la consecución de estos objetivos se propone un modelo de gestión integrada que asegure la coordinación entre las áreas municipales (Urbanismo, Medio Ambiente, Servicios Públicos, Participación Ciudadana) y con otras administraciones (Cabildo y Gobierno de Canarias). Además, el plan establece un horizonte temporal para la ejecución de las acciones, generalmente a corto (1-3 años), medio (4-7 años) y largo plazo (8-10 años o más).
Beneficios
El plan clasifica los beneficios en varias categorías, donde destaca la regulación del clima, de la calidad del aire y del control de inundaciones. También hace hincapié en el bienestar psicológico, valor estratégico y la cohesión social y destaca el vínculo entre infraestructura verde y salud ciudadana, pues está demostrado que las zonas verdes en las ciudades reducen el riesgo de obesidad, cardiopatías y enfermedades respiratorias, mejoran el bienestar mental y favorecen el contacto social.
Por este motivo el plan también incorpora experiencias como diseños terapéuticos, rutas saludables y prescripción médica de paseos en parques y jardines, para integrarlas en la planificación urbana.
Datos destacados de la infraestructura verde actual
Actualmente, se estima un total de 388.000 árboles en el municipio. De estos, unos 105.000 están en el casco estrictamente urbano, de los cuales 50.000 son públicos y mantenidos por el Ayuntamiento. En los espacios forestales (principalmente Anaga) hay unos 282.000 árboles.
La ciudad cuenta con 484 hectáreas de parques públicos municipales, un 14% de la superficie total, con una densidad de 14 árboles por hectárea. El inventario municipal urbano registra 488 especies distintas de árboles y palmeras (273 de árboles y 215 de palmeras), lo que indica una alta biodiversidad y resiliencia. El distrito Salud-La Salle es el más diverso, el más verde, con un 29% de su superficie cubierta con espacios verdes. Se han catalogado 77 árboles singulares en el municipio, la mayoría en los distritos Centro-Ifara y Salud-La Salle.
Cabe señalar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda al menos 1 árbol por cada 3 habitantes, 10-15 m² de zona verde por habitante y una red accesible a menos de 15 minutos a pie de cada vivienda. Santa Cruz supera estas recomendaciones, con 23 m² de zona verde por habitante y 2 árboles por habitante en la zona urbana.
Con este plan Santa Cruz de Tenerife se posiciona como referente de ciudad verde, resiliente y saludable, integrando la naturaleza en su modelo urbano y alineándose con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Pacto Verde Europeo.