La Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Jefatura Superior de Policía de Melilla, concretamente el Grupo dedicado a combatir el pequeño tráfico de estupefacientes, en el marco de la operación "Boquerón", ha desarticulado un nuevo punto muy activo de venta de cocaína, realizado desde un piso situado en el Barrio Virgen de la Victoria controlado y explotado por dos personas, y que estaban causando molestias a la vecindad. Como resultado de la operación han sido detenidos los presuntos responsables de un delito contra la salud pública por tráfico de drogas.
Inicio de la investigación
La investigación se inició el pasado mes de febrero cuando agentes de la UDYCO se hicieron eco de las quejas ciudadanas que aludían a un continuo trasiego de compradores y consumidores de droga desde un piso del citado barrio. Ante la gravedad de la situación, se inició una investigación en la que, una vez localizado el piso, se llevaron a cabo dispositivos de vigilancia, constatando que la venta era continua y ratificándose el intenso trasiego de consumidores de sustancias estupefacientes.
Modus operandi
El principal responsable era una persona que apenas salía de su casa y que controlaba concienzudamente quién accedía al edificio y a su escalera. Los consumidores, tras tocar al "telefonillo" del piso en cuestión, esperaban pacientemente a que el vendedor les abriera la puerta del portal. Una vez en el piso, los compradores solían tardar entre quince y veinte minutos en salir, infiriendo los investigadores que los compradores no sólo se hacían con la sustancia estupefaciente sino que además se les ofrecía la posibilidad de consumirla en el propio piso, dificultando así la labor policial.

Asimismo, el vendedor también utilizaba a un individuo para que distribuyera las dosis de sus clientes a domicilio o a cualquier lugar que le indicaran.
La investigación culminó con la detención del principal investigado y de la persona que realizaba la distribución de la droga en la calle. Se practicó una diligencia de entrada y registro en el "narcopiso", autorizado por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de esta Ciudad Autónoma, donde se aprehendieron: una porción sólida de 150 gramos de cocaína pura (que una vez cortada serían unas 300 dosis con un precio de venta de unos 9.000 euros), cinco dosis de cocaína envueltas y preparadas para su venta, una balanza de precisión, tres teléfonos móviles y 15.500 euros en efectivo.
El pasado viernes el citado Juzgado decretó el ingreso en prisión provisional del principal investigado.
La Policía Nacional reafirma su compromiso con la ciudadanía y con la lucha contra el tráfico de drogas, intensificando sus esfuerzos para desarticular organizaciones criminales y también puntos de venta a menor escala con la finalidad de frenar la expansión del narcotráfico en la ciudad.