Dentro del amplio dispositivo de seguridad llevado a cabo por la Policía Nacional con motivo del Magno Vía Crucis que tuvo lugar el pasado sábado 11 de octubre por las calles de la ciudad de Córdoba y que involucró a casi 1000 efectivos policiales, prestó servicio la Unidad Aérea, los drones de la Policía Nacional.
El uso de los drones ha demostrado ser una herramienta muy útil en diferentes campos. En la Policía Nacional fue en el año 2020 cuando se dieron los primeros pasos para la creación de una unidad especializada de Agentes de Seguridad y Protección Aérea, agentes que a día de hoy están presentes en la mayoría de las dependencias policiales de nuestro país y que participan en numerosos dispositivos de seguridad en los que hay una gran afluencia de público, como en Semana Santa, ferias o eventos deportivos, en visitas de autoridades a la ciudad o en grandes manifestaciones.
Entre los cometidos de esta unidad policial se encuentran las labores de prevención y supervisión del espacio aéreo tanto de operaciones autorizadas, en las que pedimos documentación y permisos pertinentes, como aquellas que no están autorizadas y suponen un peligro para la ciudadanía o el patrimonio.
En dispositivos de seguridad como el dispuesto con motivo del Vía Crucis, los drones se han convertido en una herramienta indispensable para la labor de la Policía Nacional, siendo rápidos, seguros y llegando a puntos donde un policía no llega. Gracias a ellos, la Policía Nacional pretende garantizar la seguridad del espacio aéreo en el que se desarrollar el evento.
En conexión constante con el CECOR
Desde el CECOR, ubicado en la Comisaría Provincial de Córdoba, en la que se encontraban los responsables de Policía Nacional, Policía Local y Guardia Civil, los agentes de medios aéreos mantuvieron una conexión constante durante todo el dispositivo, visualizando desde el mismo las imágenes que transmitía el dron.

Desde primera hora de la tarde, la Unidad Aérea prestó apoyo en los principales templos desde los que salían las distintas imágenes, en el recorrido oficial, los itinerarios que discurrían por zonas con menos espacio y más concurridas, así como templos en los momentos de la entrada. Realizaron un reconocimiento de puntos específicos, una inspección detallada de tejados, callejones y zonas de difícil acceso para las unidades terrestres, la supervisión de azoteas, templos, palcos y accesos principales así como la verificación visual de puntos con tránsito de personas, la posible existencia de obstáculos, puntos de acceso y evacuación y de posibles zonas de riesgo.
Dicha Unidad tuvo un papel clave en la vigilancia, prevención y apoyo táctico, aportando la seguridad preventiva, identificando anticipadamente posibles concentraciones de personas que pudieran suponer una amenaza para la seguridad, facilitando la coordinación de recursos y un ajuste en tiempo real del despliegue durante el acto, cubriendo desde el aire las zonas de aglomeración, rutas de acceso y zonas críticas, transmitiendo imágenes en tiempo real al CECOR.
En definitiva, permiten una intervención más rápida ante cualquier eventualidad, contribuyendo así a garantizar la seguridad ciudadana y el orden público, así como al apoyo a los servicios de emergencias. En caso de haberse producido algún incidente o emergencia, podría haberse guiado desde el aire a los servicios de emergencia para salir de la manera más rápida posible o si hubiese habido alguna estampida, bastaba con levantar el dron para comprobar por donde iba la masa.
Gracias a un despliegue policial multidisciplinar y sin precedentes en la ciudad y a la excelente coordinación tanto con la organización del evento como con los demás servicios públicos involucrados como son Policía Local, Guardia Civil, Bomberos, Protección Civil, Cruz Roja, el Ayuntamiento de Córdoba así como Seguridad Privada, el Magno Vía Crucis discurrió con normalidad.
El sistema contradrones
En el dispositivo de vigilancia aérea del pasado sábado, además de contar con la presencia de dos drones, la Policía Nacional dispuso del sistema contra drones, encargado de localizar e identificar otros drones desde el aire, así como al piloto que lo controla, alertando de aquellos que no han sido autorizados para sobrevolar el espacio aéreo.
Dentro del sistema antidron en la Policía cuentan con dos dispositivos: uno de ellos es el Aeroscope, capaz de detectar en tiempo real dónde está el dron y la persona que lo está pilotando, con o sin autorización. Por otra parte, con la llamada "senders", similar a una escopeta, se inhibe la señal entre el dron y el emisor, pudiendo hacer que el mismo realice una "vuelta a casa", a la emisora de la señal, de modo que rápidamente se tiene conocimiento de dónde está ubicada la persona que está volando un dron, comunicándolo en su caso, al CIMACC 091 para que envíe una patrulla al lugar a efectos de identificación y propuesta para sanción del infractor.