El Ala 12 es una de las unidades más sólidas del Ejército del Aire y del Espacio. Implantada en la Base Aérea de Torrejón desde 1958, acaba de regresar del ejercicio multinacional "Ramstein Flag 2025".
Un ejercicio en el que han participado 17 países OTAN, operando más de 90 aviones desde 12 bases de distintos lugares del planeta, en misiones nocturna que permiten "mejorar nuestras capacidades y estar siempre preparados para cualquier requerimiento", ha dicho el coronel José María Alonso, jefe del Ala 12, quien ha avanzado las próximas citas en el calendario.
Por un lado, el ejercicio Sinkex en Canarias, en apenas tres semanas y, por otro, el ejercicio Atlante, que tendrá lugar del 8 al 13 de septiembre en el Golfo de Cádiz.
La ministra ha recibido algunos aspectos clave de estos ejercicios durante su visita al Ala 12, que cuenta con una plantilla de cerca de 400 personas, a las que Robles ha definido como "el eje fundamental de cualquier unidad. Por encima de la tecnología, de los aviones o de las herramientas de última generación están las personas".

Y, en este punto, ha hecho especial referencia al concepto de "equipo", que en todas las Fuerzas Armadas es indispensable, pero en el Ejército del Aire y del Espacio aún más si cabe, porque "aunque, en líneas generales el piloto siempre es el actor más visible, la labor de los armeros, los mecánicos y los ingenieros es esencial para que todo funcione y volar con todas las garantías".
Vuelos que han permitido poder ayudar en misiones en los Balcanes, Libia y, más recientemente, en el refuerzo del flanco Este, como integrantes de la Policía Aérea del Báltico.
Parte de esta historia puede conocerse a través del museo que alberga esta unidad y que hoy ha recorrido la ministra de Defensa, junto a la familia del piloto Pablo Estrada, que ha recibido el ascenso honorífico póstumo a coronel.
Un reconocimiento por su profesionalidad y gran trayectoria, truncada al estrellarse su avión F-18 en las inmediaciones de Teruel, el pasado mes de octubre.