El infradiagnóstico en la mujer es una realidad que tiene su origen en distintas causas como la formación sanitaria y de la propia sociedad y en una mayor presencia de los hombres en los ensayos clínicos, para poder atajar este problema sanitario hace falta "empatía, escucha y evidencia científica".
Lo han puesto de manifiesto profesionales de la sanidad y la tecnología en la jornada "El infradiagnóstico en la mujer", organizada por EFE en colaboración con SegurCaixa Adeslas, en la que han analizado las causas del sesgo de género en la salud, que en muchos casos provoca que las mujeres se traten más tarde que los hombres.
Han participado la directora del servicio de cardiología de HM Hospitales y fundadora del movimiento "Corazón de mujer", Leticia Fernández-Friera; la enfermera especializada en emergencias y profesora asociada en la Universidad Autónoma de Madrid, Esther Gómez Cordero; la ingeniera y emprendedora especializada en inteligencia artificial, Natalia Rodríguez Núñez-Milara; y el director asistencial de SegurCaixa Adeslas, Santiago Ruiz de Aguiar.
Ruiz de Aguiar ha subrayado que uno de los "grandes problemas" es que muchas veces los médicos, pero también la sociedad, ve la salud desde un punto de vista "muy masculino", de hecho, las mujeres suelen acudir más tarde a las consultas.
Según ha señalado, además, la mujer comunica de una manera muy diferente lo que le ocurre, por eso los médicos tienen que escucharla hasta el final porque si no, no van a poder obtener la información necesaria para un diagnóstico certero.

Ana Soteras (d), redactora jefe en EfeSalud y moderadora del foro, interviene este miércoles en el foro Diálogos EFE El infradiagnóstico en la mujer en el plató de la Agencia EFE. (EFE)
En este sentido, ha señalado que la formación médica que se ha dado a los pacientes era "muy generalista" y ha defendido la personalización.
Por su parte, Fernández-Friera ha detallado varias diferencias biológicas entre hombres y mujeres -por ejemplo, el corazón de ellas es más pequeño- y entre la forma de enfermar de ambos, entre otros, de ahí que haya que contemplar todo ello a la hora de mejorar el diagnóstico.
Como ejemplo, la cardióloga ha señalado que si bien hay síntomas comunes en un infarto de miocardio, hay otros que varían y que las pacientes deben conocer para ir cuanto antes al médico, porque suelen esperar más, lo que repercute en el pronóstico.
Y en los ensayos clínicos las mujeres representan menos del 30 %, con lo que muchas veces los resultados de los estudios son aplicables "en masculino" pero en la mujer hay que leerlos con cautela porque, entre otros, no tienen los mismos mecanismo para absorber los fármacos y pueden tener más efectos adversos.
Ha asegurado que el 80 % de las enfermedades cardiovasculares se puede prevenir si se hacen bien las cosas y se trabaja a distintos niveles para ayudar a que la legislación impulse la investigación en mujer.
García Cordero, que es conocida por su proyecto "Mi enfermera favorita", ha asegurado que hay muchas enfermedades que pasan desapercibidas en la mujer y es importante hablar de ellas, como las autoinmunes.
Como las mujeres comunican sus síntomas de forma distinta y se extienden más en sus explicaciones, si los médicos no las dejan terminar y las cortan antes, no podrán tener la información completa.
También ha advertido la enfermera que el 65 % de las personas sigue a profesionales de la salud o cuentas de salud en redes para estar informados y, de hecho, seis de cada diez eligen al profesional por el número de seguidores, algo que, a su juicio, puede ser peligroso.
Por todo ello, entre los retos para atajar el infradiagnóstico, ha dicho García Cordero, hay que recurrir a las "tres E", que son "la escucha, la empatía y la evidencia científica", algo que han compartido los participantes en la jornada.
Sobre cómo la tecnología puede ayudar a acabar con el sesgo de género en la salud, Rodríguez Nuñez-Milara ha indicado que no solo la inteligencia artificial puede ayudar sino también otro tipo de tecnologías como la telemedicina, a través de la cual los pacientes están más monitorizados en casa y se pueden recopilar más datos.
Asimismo, ha apostado por trabajar de manera más multidisciplinar a la hora de diseñar la tecnología y por mayor diversidad en los equipos "porque son predominantemente masculinos" cuando es "importante la presencia de mujeres".