El presidente en funciones de la Diputación de Granada, Nicolás Navarro, junto al diputado de Obras Públicas, José Ramón Jiménez ha presentado en la Alcazaba de Loja la nueva convocatoria del Programa Provincial de Conservación y uso del Patrimonio Arqueológico y Arquitectónico de la provincia. Este programa cuenta con una dotación inicial de 1.020.000 euros, susceptible de ampliarse hasta un máximo de 480.000 euros adicionales, siempre que la disponibilidad presupuestaria lo permita y dicha ampliación se realice antes del proceso de valoración de las solicitudes.
Navarro, que también ha estado acompañado por el alcalde de Loja, Joaquín Camacho, ha indicado que "esta convocatoria reafirma nuestra voluntad de poner el patrimonio al servicio de los ciudadanos, no solo como una obligación legal, sino como un recurso estratégico para revitalizar nuestros pueblos y reforzar su identidad cultural".
Además, el presidente en funciones ha subrayado que "los ayuntamientos, especialmente los de menor tamaño, deben sentirse respaldados para actuar sobre sus bienes patrimoniales, que en muchos casos son elementos clave para el desarrollo turístico y social de su entorno. Este programa es un ejemplo claro de cómo la inversión en patrimonio puede tener un impacto directo en la economía y en el empleo de nuestros pueblos".
Por su parte, el diputado de Obras Públicas, José Ramón Jiménez, ha señalado que "la Diputación pone todos sus medios para que el patrimonio provincial se convierta en un valor añadido, especialmente en las comarcas más afectadas por la despoblación. Queremos dar a los municipios la oportunidad de ser protagonistas en la protección de su propio patrimonio. Es una invitación a que se impliquen activamente en la recuperación de su historia, que es la historia de todos nosotros".

A su vez, el alcalde de Loja, Joaquín Camacho, ha remarcado que "la Diputación de Granada tiene, al fin, un proyecto de provincia. Los que llevamos en la responsabilidad municipal muchos años pedíamos a la institución proyectos que vertebrasen las comarcas a través de los territorios y de las cabeceras de estas. Después de dos años, este Equipo de Gobierno lo está consiguiendo y está aplicando de forma exitosa proyectos que mejoran la realidad económica, social e histórica de nuestros municipios".
Líneas de ayudas
El programa se articula en dos líneas de ayudas, una dedicada al Patrimonio Arqueológico y otra al Patrimonio Arquitectónico. La línea arqueológica cubrirá bienes de hasta el siglo XVI, mientras que la arquitectónica no tendrá esta limitación, con una especial preferencia por las actuaciones en arquitectura defensiva, como castillos y murallas.
Las actuaciones que son susceptibles de recibir la ayuda van más allá de solo la restauración e incluyen la investigación, el conocimiento, la señalización, la puesta en exposición de yacimientos, la elaboración de proyectos educativos y de difusión que promuevan la educación en patrimonio. Con ello, se busca que las entidades locales incorporen el patrimonio a sus estrategias de progreso, revitalizando los pueblos y evitando el éxodo rural.
Podrán optar a esta convocatoria los municipios y entidades locales autónomas de la provincia con menos de 20.000 habitantes que sean titulares de bienes culturales arqueológicos o arquitectónicos, o que acrediten autorización o cesión de uso con una duración mínima de cinco años para bienes muebles, y de diez años para bienes inmuebles. También podrán concurrir aquellos municipios de entre 20.000 y 50.000 habitantes que hayan registrado una pérdida de población durante la última década, cumpliendo con las mismas condiciones de propiedad o cesión.
Objetivos de la convocatoria
La convocatoria tiene como objetivo proteger, conservar y rentabilizar socialmente el patrimonio arqueológico y arquitectónico de la provincia de Granada desde su reconocimiento y uso público. A su vez, persigue educar en patrimonio y fomentar el conocimiento de los valores culturales a través de proyectos que motiven el aprendizaje, la promoción y la difusión de los bienes culturales.
Se pretende también que el medio rural integre el patrimonio cultural como herramienta clave de desarrollo, incorporándolo a sus estrategias de progreso para evitar el éxodo poblacional. Por último, el programa aspira a potenciar el papel ejemplificador de las entidades locales en la protección y aprovechamiento del patrimonio para el bienestar colectivo.