Factoría Echegaray estrena mañana miércoles 6 de diciembre su quincuagésimo montaje, La casa de Sorora, una obra que enfrenta en un espejo la cosificación de la mujer con la especulación de la vivienda. David Mena dirige a Carmen Baquero y Ana Janer en esta historia cargada de realidad y ambientada en "un bloque de protección oficial en un barrio donde no llega el turismo, ni el cegador alumbrado de las luces de navidad". La casa de Sorora, basada en el propio texto de Mena, se verá en el Teatro Echegaray hasta el 16 de diciembre, en diez funciones para las cuales aún quedan entradas (15 euros, con oferta de 2 entradas por 1 en todos los pases).
El montaje número 50 de la productora municipal, segundo de la temporada 2023-24, "parte del concepto de sororidad, una idea que se concreta en ayudar a tu vecina; es decir, comenzar en lo que tenemos cerca para poder cambiar las cosas", como afirma el dramaturgo y expresa su propio título. "La revolución del siglo XXI –recalca– está ahí, en la igualdad de derechos y oportunidades. Si nos hemos pasado dos milenios hablando de la fraternidad, de fray, pues vamos a hablar ahora de la sororidad, de sor". "¿Practicamos la sororidad en nuestro día a día –se pregunta Mena– o se ha convertido dicha palabra en un concepto atractivo para el mercado?"
La casa de Sorora fusiona mediante imágenes y texto tres ideas vertebrales: la especulación inmobiliaria (aquí su autor alude expresamente a la situación de los barrios de Málaga, en los que los jóvenes no pueden acceder a un hogar propio), el concepto de propiedad, que tiene mucho que ver con la masculinidad tóxica, y la realidad de una mujer cosificada y maltratada. Le apoyan en este trabajo Ana Sañiz como ayudante de dirección y Garikoitz Lariz iluminando el espacio en el que interaccionan 'La madre del rellano', encarnada por Carmen Baquero, y 'La mujer soldada', a la que insufla vida Ana Janer.