El cerro de San Cristóbal, la plaza de la Catedral, el parque de la Hoya y la calle Obispo Orberá, entre otras, aparecían ayer acordonadas simbólicamente por una cinta con la inscripción: "¡Peligro: Calor Extremo! Zona no adaptada al cambio climático". Con esta intervención, Greenpeace denuncia la falta de adaptación de Almería a las altas temperaturas vividas durante todo el verano.
A través de esta actividad, la organización denuncia que la ciudad no cuenta con espacios adaptados a las altas temperaturas, que han batido récords este verano, dejando clara la necesidad de adaptar la ciudad y dotarla de una red de refugios climáticos. Almería tiene calles sin apenas árboles, como Obispo Orberá, Gregorio Marañón o la calle Santiago. Igualmente, hay parques con escasa o nula sombra, como el parque infantil de la Rambla o el parque de juego infantil situado en el parque de San Isidro. Por otro lado, hay una escasa presencia de fuentes de agua pública en toda la ciudad.
La organización ya alertaba el pasado julio sobre la falta de refugios climáticos, a través del informe Ciudades al rojo vivo: refugios climáticos y desprotección frente al calor extremo en España, en el que señalaba que más del 70 % de las capitales españolas no cuentan con una red de refugios climáticos, entre ellas Almería.

El colectivo destaca que es urgente implementar planes de adaptación para proteger a las personas vulnerables del calor, tras un verano en el que España ha registrado más de 1800 muertes por calor extremo. "El Ayuntamiento debería tomarse el impacto de las altas temperaturas en la ciudad como una cuestión de salud pública, y aprovechar las numerosas obras que se están realizando para crear espacios realmente efectivos frente al calor extremo", ha expuesto Luis Berraquero, coordinador territorial de Greenpeace Andalucía.
Según Greenpeace, las nuevas construcciones llevadas a cabo en los últimos años tampoco cuentan con las características necesarias para servir de espacios de refugio, como el parque de la Hoya o del Cerro San Cristóbal, que no cuentan con espacios de sombra ni fuentes de agua. De hecho, un informe elaborado por ISGlobal señala que el 64 % de la población almeriense vive en áreas con menos de un 25 % de espacios verdes.
El soterramiento de las vías del tren y el proyecto de puerto-ciudad, que tienen en la actualidad a la ciudad entera en obras son, según la organización ecologista, escenario perfecto para preparar la ciudad ante estos fenómenos cada vez más frecuentes, creando espacios que permitan una temperatura adecuada, con árboles y cubierta vegetal, zonas de agua y descanso, y que sean gratuitos, accesibles, cercanos y públicos.