La Audiencia Provincial de Cádiz en Algeciras ha reanudado este martes el juicio por la muerte en 2020 de seis marineros en el naufragio del 'Rúa Mar', que se ha centrado en las escuchas en torno al hundimiento del barco, que era investigado por la Audiencia Nacional por una presunta trama de tráfico de hachís en el Estrecho.
La reanudación del juicio ha estado centrada en las escuchas telefónicas practicadas durante la investigación de la trama, con la presencia de cinco de los seis acusados, al encontrarse en situación de rebeldía de la justicia uno de ellos, al que los investigadores consideran el vínculo de los pesqueros con los cargamentos de hachís.
Las escuchas telefónicas se remontan al año 2019, cuando el armador del 'Rúa Mar', P.S.M., estaba siendo ya investigado por la Audiencia Nacional por emplear presuntamente distintos barcos pesqueros para cargar alijos de hachís aprovechando su actividad próxima a las costas de Marruecos.
En dichas escuchas previas, la sala de la Audiencia ha reproducido algunas que apuntan a la trama, como la del teléfono de A.M., tío del armador y uno de los fallecidos en el naufragio, que manifiesta que "lo de eso, hay que sellarlo entero o abrirlo entero" y que "como nos están cerrando una puerta, habrá que abrir otra".

El armador y principal acusado Pedro Samuel Maza, a su llegada a la sala de la Sección 7ª de la Audiencia Provincial de Cádiz. (EFE)
También en esa fase previa, el 23 de mayo de 2019, el armador recibe una llamada de un asesor informándole de que el banco le pide justificación por el movimiento de cantidades elevadas de dinero. En la segunda sesión del juicio, el instructor de la Udyco Central que dirigió la investigación apuntó a que P.S.M. llevaba un "elevado" nivel de vida y que habían localizado gastos que no declaraba.
El momento central de las escuchas auditadas esta mañana en la Audiencia ha sido el de las conversaciones que tuvieron lugar en la noche de la tragedia.
En una de ellas, el armador recibe una llamada desde el barco de uno de sus tíos. La transcripción capta las respuestas de P.S.M. en esa conversación, en las que dice: "¿se ha podido guardar todo?", "¿para remolcarte?", "¿a cuánto estás tú de aquí?", concluyendo la conversación con un "ahora te llamo".
Posteriormente, en una escucha practicada en su vehículo, los investigadores reproducen una conversación con su pareja, una de las acusadas, en la que le dice que "se ha averiado el embrague". Su pareja le contesta: "¿dónde están? Pues que vayan y los recojan. Que lo tiren. Cuando las cosas salen mal, salen mal".
Posteriormente, las escuchas captan hasta cinco intentos de comunicación de Salvamento Marítimo con el armador, todo ellos de madrugada, a partir de las dos, cuando ya se había recibido la señal que indicaba que la radiobaliza del pesquero había entrado en contacto con el mar.
A las 5.00 horas, Salvamento Marítimo le informa en otra llamada de que sólo ha aparecido la radiobaliza y le preguntan por qué desde la 1.00 horas la caja azul ha dejado de dar posiciones, preguntando de forma explícita si "es porque lo desconectan". El armador contestó que la explicación es porque el barco se ha debido hundir.
Tras las declaraciones de este martes, las partes expondrán sus conclusiones y la Fiscalía elevará a definitiva su calificación, que incluye penas de hasta 114 años de cárcel y multas millonarias para el armador y principal acusado.