Navarra cuenta con un patrimonio histórico realmente impresionante, integrado por construcciones defensivas que fueron levantadas, a lo largo de varios siglos, como defensa frente a las incursiones de poderosos enemigos, tanto internos como externos; afortunadamente, todavía quedan en pie una gran cantidad de palacios fortificados, castillos y torres que merecen la pena conocerse y disfrutarse. Aquí te contamos cuáles son los más importantes:
Palacio Real de Olite en Navarra
Fue el hogar del rey Carlos III, llamado El Noble y es considerado, con toda justicia, uno de los palacios más importantes de España, atrayendo miles de turistas cada año. Contaba con siete torres, una gran muralla, galerías, un jardín colgante y amplios patios que albergaban cisnes, camellos, papagayos, búfalos y hasta un león. Según el mito popular, tenía "tantas habitaciones, como días tiene un año". Fue declarado Monumento Nacional en 1925. Actualmente ofrece visitas guiadas, en grupo o teatralizadas.
Castillo de Javier
Levantado sobre roca viva en el siglo X, fue parcialmente demolido en 1516 por orden del Cardenal Cisneros, afortunadamente, a finales del Siglo XIX, la Duquesa de Villahermosa y Condesa de Javier decidió restaurarlo, lo que permitió recuperar la Torre del Homenaje y otros puntos fundamentales de la construcción. En 1995, por la celebración del quinto centenario del nacimiento de San Francisco, se encargó al arquitecto Antón López de Aberásturi la restauración del castillo aplicando criterios modernos. La Capilla del Cristo es la gran estrella de la fortaleza: sus paredes están decoradas con frescos del Siglo XV que representan la Danza de la Muerte y preside la estancia un Cristo tallado en madera de nogal que, supuestamente, sudó sangre el día que murió Francisco.

Castillo de Marcilla
Castillo de Marcilla
Construido en el siglo XV en ladrillo rojo sobre taludes de piedra, según la leyenda popular, allí se guardaba la mítica espada del Cid Campeador. Fue levantado por Mosén Pierres de Peralta. En 1516 fue defendido por doña Ana de Velasco contra las tropas que buscaban demoler la fortaleza por orden del Cardenal Cisneros. En el año 2005, el Departamento de Cultura y Turismo-Institución Príncipe de Viana restauró el castillo, lo que permitió colocar en su interior una Casa Consistorial, una Biblioteca, una Escuela de música, un salón de actos y oficinas para la policía.
Castillo de Cortes
Levantado en el siglo XII, por su posición estratégica, fue, durante mucho tiempo, uno de los baluartes más importantes para detener las invasiones extranjeras. En el interior se conserva el mobiliario original y una parte considerable de la colección de pintura de los Condes de la Unión. En la parte trasera, se encuentra la antigua huerta del Castillo, hoy parque municipal, de 25.000 m2.
La muralla de Artajona
Esta fortaleza del siglo XI conserva nueve torres defensivas y dos portales originales. En su interior se levantó la iglesia-fortaleza de San Saturnino, desde cuya cubierta puede verse el antiguo sistema de recogida de agua.
Castillo de Amaiur
En este lugar, en el año 1522, ocurrió un hecho trascendental para la historia española, cuando 150 navarros resistieron, durante diez días, el ataque de un ejército de más de 30.000 hombres. Es considerado el último bastión frente a la conquista de Castilla. Actualmente solo quedan restos del castillo, pero su historia puede disfrutarse a través de visitas guiadas y el bello monolito que homenajea a los defensores que perdieron la vida allí, incluyendo a Jaime Vélaz de Medrano, alcaide del castillo, su hijo Luis Vélaz de Medrano, Miguel de Jaso, hermano de San Francisco Javier, Juan de Azpiliketa, Luis de Mauleón y otros valientes guerreros navarros.