El Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba ha alcanzado recientemente un hito histórico en su trayectoria asistencial con la realización del trasplante de corazón número 800. Desde que en 1986 se llevara a cabo el primer injerto cardíaco, el hospital acumula hasta la fecha un total de 807 trasplantes de corazón, 110 de ellos infantiles. Solo en 2024 se llevaron a cabo 23 trasplantes cardíacos y en lo que va de año se ha realizado un total de 16.
El protagonista de esta cifra histórica es Iván, un vecino de 40 años del municipio de Peligros, en Granada, que padece una distrofia muscular poco frecuente (conocida como Emery-Dreifuss) que había comprometido severamente su función cardíaca. Tras un proceso clínico complejo, y gracias a la coordinación entre el Hospital Virgen de las Nieves de Granada y el equipo de trasplantes del Reina Sofía, Iván fue incluido en lista de espera para trasplante y, un mes después, recibió el órgano que esperaba.
Actualmente, el paciente se encuentra en su domicilio recuperándose progresivamente: "mi vida ha cambiado por completo. Ya no tengo miedo de que mi corazón vuelva a pararse", ha expresado emocionado. Y es que, según explica su cardiólogo, Manuel Crespín, antes de ser incluido para recibir como tratamiento el trasplante, Iván vivía con un DAI (Desfibrilador Automático Implantable), un dispositivo médico que se coloca en el cuerpo para detectar y tratar arritmias cardíacas potencialmente mortales.
Durante las últimas semanas, este dispositivo había realizado múltiples descargas para volver a activar el corazón de este granadino que, ahora, late gracias al trasplante. "Este trasplante no solo le ha devuelto la vida a Iván, también ha devuelto la tranquilidad a toda su familia", explica el coordinador de trasplantes del Hospital Reina Sofía, Juan Carlos Robles.
Trayectoria de excelencia
El Hospital Reina Sofía ha sido pionero en diferentes programas de trasplantes y, concretamente, el de corazón ha sido clave para ofrecer una segunda oportunidad a cientos de pacientes. Desde que en 1986 se realizara el primer trasplante de corazón en el Reina Sofía, el centro ha ido consolidando su liderazgo en Andalucía y España. El doctor Robles recuerda que ese "primer trasplante cardiaco en Córdoba se vivió con especial intensidad y fue gracias al compromiso de profesionales que abrieron camino y cuyo compromiso y valentía supuso un salto cualitativo. Algunos nombres propios de este comienzo fueron los doctores Manuel Concha, José Anastasio Montero, José María Arizón, Francisco Álvarez García y Rafael Guerrero, o el doctor López Granados, entre otros".

Algunos de los implantes realizados han supuesto hitos, como el primer trasplante de corazón a un menor de un año en España (1992); seis años después, en 1998, se realizó el trasplante al bebé más pequeño del país (con tan solo 8 días); además, en 2002 nacía el primer bebé español de una madre previamente trasplantada de corazón y, también, se implantó el primer corazón artificial de Andalucía a un bebé de 18 meses como puente a un futuro trasplante en 2009, entre otros. Precisamente, los últimos avances en este campo se han centrado en la incorporación de nuevas tecnologías de soporte, como el Berlin Heart, el estudio y análisis de pacientes en lista de espera y el incremento de órganos válidos, lo que se traduce en más opciones para los y las pacientes.
Este año se ha registrado el último hito: el primer trasplante cardíaco infantil de donante en asistolia en Andalucía, a una niña de tres años. La experiencia y la pericia del equipo de trasplante cardiaco a lo largo de estas cuatro décadas ha servido para que el Hospital Reina Sofía sea centro de referencia regional para trasplante cardiaco infantil (además de cardiopatías congénitas). En este sentido, el doctor Crespín señala que "para nosotros, el mejor dato de todos es que la supervivencia este año ha sido del 100%, un hito que pone de relieve el nivel de excelencia del equipo y la capacidad del hospital para afrontar situaciones de máxima complejidad en el ámbito de la cirugía cardíaca infantil".

En este sentido, el jefe de Cirugía Cardiovascular, Ignacio Muñoz, valora el cambio en el proceso del trasplante cardiaco en los últimos años. "Si bien la técnica quirúrgica de la extracción y del implante no ha variado, el proceso del trasplante ha adquirido una dificultad mucho mayor, dada la mayor complejidad general de donantes y receptores y en el gran número de pacientes que requieren soporte con sistemas mecánicos de asistencia circulatoria para posibilitar acceder al trasplante en pacientes críticamente enfermos. Se trata de pacientes que requieren de una alta especialización y, en ocasiones, intervenciones secuenciales hasta obtener el órgano que se precisa".
El Hospital Reina Sofía cuenta con todos los sistemas de asistencia circulatoria de corta, media y larga duración, y ha sido referente nacional en el implante de sistemas ECMO en los tres últimos años, donde se incluye el implante a distancia de estos dispositivos por profesionales del centro. "En este área, la unidad de cirugía cardiovascular gestiona una unidad de investigación biomédica, donde se desarrollan, en colaboración con importantes corporaciones tecnológicas, sistemas de soporte circulatorio que podrán aplicarse a los pacientes en el futuro", ha añadido el doctor Muñoz.
En la atención integral de quienes reciben un nuevo corazón participan cirujanos cardiovasculares, anestesistas, perfusionistas, cardiólogos de adultos y pediátricos, intensivistas de adultos y pediátricos, coordinadores de trasplante, pediatras, personal de enfermería, rehabilitadores y fisioterapeutas, infecciosos, anatomopatólogos, e inmunólogos, fundamentalmente.
Indicaciones
Actualmente, entre las principales causas que requieren un trasplante de corazón se incluyen la miocardiopatía dilatada de origen isquémico, las miocardiopatías de origen genético, miocarditis fulminante, la tormenta arrítmica y diversas cardiopatías congénitas. "Esta ampliación del espectro diagnóstico ha permitido identificar y tratar de forma más precisa a pacientes que anteriormente no habrían sido candidatos a trasplante, mejorando así sus expectativas de vida y calidad asistencial", señala el responsable del programa.
En el ámbito del trasplante cardíaco en adultos, el Hospital Reina Sofía mantiene una actividad similar en los últimos años, con una media de alrededor de 20 intervenciones anuales. Esta trayectoria consolidada es similar a la del resto de centros trasplantadores a nivel nacional y se ha acompañado de una mejora progresiva en las tasas de supervivencia, lo que refleja el alto nivel de especialización del equipo médico y los avances en el manejo postoperatorio.
Más allá de los datos clínicos, el impacto del trasplante en la vida de los pacientes es profundo, ya que supone un cambio radical que se traduce en una notable mejoría en su calidad de vida, permitiéndoles recuperar autonomía, funcionalidad y bienestar tras convivir con patologías cardíacas graves que limitaban severamente su día a día.