El Museo Nacional de Antropología y el Museo de América han presentado hoy los programas museográficos para la renovación de sus exposiciones permanentes, en un acto celebrado en el Museo Nacional de Antropología. Esta actualización de los discursos museográficos de ambos museos se produce tras un proceso de investigación, trabajo y experimentación con el fin de adecuar las propuestas de estas instituciones a las necesidades de la sociedad contemporánea.
El ministro de Cultura ha señalado que "los nuevos enfoques museográficos permitirán abrir la mirada y contemplar la realidad desde múltiples puntos de vista. Esto significa explicar las culturas como algo vivo, dinámico, contemporáneo, que dialoga con nosotros hoy. Significa reconocer la agencia de los pueblos y comunidades, y no solo mostrar sus objetos".
Los proyectos de exposición permanente parten de una fase previa de trabajo con sendos comités de personas expertas con perfiles diversos, tanto académicos como profesionales o artísticos, así como de colectivos o comunidades vinculadas con las colecciones de los museos. Con esta metodología se ha querido contar con la participación y asesoramiento de personas expertas para lograr una construcción plural de la renovación de los discursos.
Los nuevos enfoques museográficos permitirán abrir la mirada y contemplar la realidad desde múltiples puntos de vista para cuestionar y superar el eurocentrismo que se encuentran en las raíces de la formación histórica de ambos museos.
Se trata de una actualización necesaria para el Museo Nacional de Antropología, creado en el siglo XIX con la visión propia de los museos etnográficos de la época, revisada luego desde el evolucionismo cultural y aún pendiente de una actualización integral paralela a la de la propia disciplina de la Antropología.
En el caso del Museo de América, la renovación que experimentó en los años 90 se realizó desde planteamientos que obviaron cuestiones clave como la perspectiva de género, o el impacto de la trata de personas esclavizadas y que, en lo relativo a la diversidad cultural, carecía de los parámetros actuales de horizontalidad e igualdad de valor.
Otra de las grandes novedades de estos dos nuevos proyectos es la incorporación del arte contemporáneo en sus discursos, como herramienta de crítica y cuestionamiento a los problemas sociales y como forma de aproximarnos a ellos. La presencia de la creación actual desde la diversidad permitirá mostrar las distintas culturas como algo vivo y coexistente, eliminando los sesgos de exotismo y lejanía que pervivían en las actuales exposiciones.
Además, las nuevas propuestas museográficas serán dinámicas e innovadoras, combinando diferentes dispositivos, como audiovisuales, testimonios directos, vitrinas rotatorias, instalaciones artísticas, espacios interactivos, espacios lúdicos y de reflexión, materiales complementarios online o recursos para favorecer la accesibilidad, entre otros. Con estos recursos se propondrá una alternativa a la forma más tradicional de exponer e interactuar con el museo.
El Museo Nacional de Antropología
El Museo Nacional de Antropología centra su nuevo proyecto en la creación de un espacio de experimentación social y participativa desde el que abordar la diversidad cultural actual.
La primera parte de la nueva exposición permanente, '¿Para qué queremos que sirva? Un nuevo museo', presentará los principios de la antropología como disciplina fuertemente ligada al colonialismo en el siglo XIX, para poner en evidencia la mirada eurocéntrica que está en los orígenes del museo.
Temas como el extractivismo, es decir, la expoliación de recursos naturales, el esclavismo o los sistemas de dominación basados en la evangelización o la generación del conocimiento científico se tratarán a través de piezas tan emblemáticas como las pinturas de castas, que reflejan la estructura social basada en una categorización y jerarquización de las personas por sus rasgos étnicos, o, como otro ejemplo significativo, algunas máscaras fang, procedentes de Guinea Ecuatorial, que ponen de manifiesto cómo algunos rituales escondían críticas al sistema y a la administración colonial.
La segunda parte, '¿Cómo podemos? Habitar el mundo', presentará un recorrido por las cosmologías de las distintas culturas y sus formas de relacionarse con el entorno, el cuerpo, la alimentación o la indumentaria. Esta propuesta permitirá además acercarse a conceptos como la sostenibilidad, la identidad o las migraciones. Figuras hinduistas del siglo XIX o creaciones contemporáneas de la cosmovisión inuit compartirán espacio con exvotos y amuletos españoles, vasijas shipibo-konibo o cestos procedentes de Filipinas.
Por último, '¿Cómo proponemos? Remediar el presente: laboratorios de imaginación social' ofrecerá un espacio en el que distintas comunidades y colectivos puedan abordar problemáticas comunes como la emergencia climática, y ofrecer su propio relato sobre la historia y el significado de los objetos, así como recontextualizarlos dentro de su propio marco cultural y restituir las narrativas marginalizadas por la mirada occidental.
En definitiva, el Museo Nacional de Antropología cambiará su exposición permanente para ofrecer un espacio de reflexión y encuentro colaborativo en el que saberes, conocimientos y formas de vida de los distintos pueblos propongan nuevas miradas con las que afrontar los desafíos contemporáneos. De esta manera, el museo adoptará el papel que se demanda desde las corrientes internacionales, para convertirse en un espacio de participación comunitaria y mediación social. Este enfoque busca no solo conservar y exhibir objetos, sino también involucrar a las comunidades en la creación y narración de sus propias historias.
Museo de América
Por su parte, el Museo de América plantea la renovación de su exposición permanente para mostrar la pluralidad de las culturas americanas y sus movimientos históricos desde una perspectiva decolonial, antirracista, intercultural y contemporánea.
El nuevo programa se presenta en cuatro secciones: 'Imaginarios'; 'Personas y seres'; 'Dominaciones y resistencias'; y 'Cosmovisiones y saberes'. A estas secciones se suman los 'Espacios Cero', 'Uno' y 'Dos', lugares abiertos al debate y la reflexión, en algunos casos centrados específicamente en proyectos antirracistas, en otros casos, abierto a charlas, conferencias y debates para profundizar en los conocimientos indígenas.
La primera sección, 'Imaginarios', propone al visitante el punto de partida en el que se ubica el propio Museo de América como fuente de conocimiento. De esta forma, la realidad americana se construyó inicialmente a través de los gabinetes de los coleccionistas europeos, donde los cuadros representan tipos humanos y recursos naturales, a modo de enciclopedia ilustrada. También se analiza el origen de sus colecciones en las expediciones científicas del siglo XIX, como algunos de los puntos de partida sobre los que se ha construido el relato de América.
La segunda sección reflexiona sobre la construcción de la mirada colonial sobre los habitantes de América, unificando su diversidad y planteando un estereotipo de salvajismo o inferioridad cultural que sigue hoy en día sustentando prejuicios racistas. El cuerpo, la indumentaria y el adorno, los sentidos, las migraciones, o el lenguaje son algunos de los ámbitos que han apoyado la construcción de la diferencia y esa categorización de las personas americanas, que se propone deconstruir de manera crítica y rigurosa.
La sección 'Conflictos y resistencias' se centra en resaltar el papel indígena y de las personas invisibilizadas en los conflictos armados, conquistas, o independencias. La situación de control o dominio de la mujer, atravesada por jerarquías de clase o parentesco, las violencias ejercidas durante la conquista o las tensiones entre culturas son algunos de los temas que se ejemplificarán con obras tanto de las colecciones históricas como a partir de obras contemporáneas que señalan las tensiones, omisiones e injusticias derivadas de esos episodios. Se ahonda en la trata de personas esclavizadas durante siglos, así como en los procesos de resistencia y cimarronajes que protagonizaron las comunidades afrodescendientes en su lucha por la libertad. Esta sección finaliza con una mirada a los conflictos contemporáneos, poniendo el foco en las materias primas como el azúcar, el cacao, el café o las bananas, las guerras por la tierra y el agua o la violencia contra los indígenas.
Por último, la exposición mostrará diferentes cosmovisiones, esto es, la concepción del tiempo y el espacio y su relación con el entorno, a través de diferentes culturas. Prestará especial atención a los pueblos originarios de América, así como a otras comunidades del continente, a los modos de vida a través de las producciones materiales y a las implicaciones que tuvieron esos objetos en el seno de las sociedades en su relación con el entorno, para interrogarse sobre el futuro de América, e invitar al visitante a la reflexión.
Plazos de implementación de los nuevos proyectos museográficos
El siguiente paso para la implementación de estos nuevos programas museográficos es la licitación de los proyectos de diseño de la museografía y la fabricación y suministro de los equipamientos necesarios para su ejecución, que se iniciará en las próximas semanas.
En el caso del Museo Nacional de Antropología, se prevé el inicio de la licitación en diciembre de 2025, por un importe estimado de 4,4 millones de euros. La finalización de la nueva museografía se prevé para el segundo semestre de 2028.
En el caso del Museo de América, se prevé el inicio de la licitación en marzo de 2026, cuya finalización se prevé para el verano de 2028 y con un importe estimado de 9,2 millones de euros.





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