La Policía Local de Fuengirola realizó cerca de 1.800 servicios de auxilio humanitario durante el pasado año. La mayor parte de estas actuaciones se centraron principalmente en atender a personas ebrias, desorientadas o sin hogar en la vía pública, así como caídas de personas mayores en sus domicilios.
Más allá de la vigilancia en materia de tráfico, el incumplimiento de las ordenanzas municipales y las infracciones administrativas, así como la prevención y detención por la comisión de delitos, la Policía Local desarrolla también una importante labor atendiendo requerimientos por auxilio o asistencia humanitaria.
Se trata de una labor que los agentes municipales afrontan como parte de su trabajo diario y que se ha vuelto frecuente en los últimos tiempos. En estos casos, la Policía Local recibe avisos telefónicos en su Sala de Comunicaciones, cuyos funcionarios comunican a alguna de las patrullas policiales que se encuentre más cercana al lugar de los hechos. Son estos policías los que localizan el punto exacto o el domicilio e intervienen para ayudar a levantarse o avisar a los servicios médicos en caso de que la persona no pueda reestablecerse en el momento.
En total, los gentes de la Policía Local atendieron a lo largo del pasado año 1.770 requerimientos por auxilio o asistencia humanitaria o lo que es lo mismo, entre cuatro y cinco actuaciones diarias de media. De ellas, 1.639 fueron atendidos tras llamadas a la Sala del 092 y 131 fueron por intervenciones que las patrullas llevaron a cabo al localizar el problema.
Los auxilios humanitarios más usuales que se llevaron en la vía pública fueron: atención apersonas ebrias, a personas desorientadas y a personas sin hogar. Y los más habituales atendidos en domicilios particulares fueron: la incorporación de personas mayores caídas en el interior del domicilio o accidentes domésticos, atención de personas encerradas en ascensores, en domicilio o en habitaciones, y la asistencia en 28 intentos de suicidio, en su mayoría en el interior del domicilio.
El auxilio humanitario es una función inherente a las tareas policiales y que los funcionarios del orden tienen que compaginar con las demás labores habituales del cargo, como el control del tráfico o la seguridad ciudadana.