En el primer día del año académico 2023-24 en Burkina Faso, UNICEF advierte de que al menos una de cada cuatro escuelas -es decir, 6.149- continúan cerradas debido a la violencia e inseguridad en ciertas partes del país. Como resultado, se estima que un millón de niños y niñas están fuera de la escuela y expuestos a muchas amenazas.
Más de 31.000 docentes y más de un millón de niños no pueden volver más a sus aulas, temiendo por su seguridad. Mientras tanto, al menos 230 escuelas sirven actualmente como refugios temporales para más de 52.000 personas desplazadas internas; esto deteriora aún más el acceso a la educación de miles de estudiantes.
"Que haya tantos niños sin poder volver a la escuela debido a la violencia y la inseguridad, y que haya tantas escuelas cerradas, es muy frustrante. Debemos seguir trabajando y garantizar que todos los niños y niñas en Burkina Faso puedan acceder a educación y cumplir sus sueños en paz y en condiciones de seguridad", ha asegurado John Agbor, representante de UNICEF en Burkina Faso.
En cuanto la inseguridad se generaliza en ciertos puntos críticos de conflicto, inmediatamente se cierran las escuelas, y profesores, padres y estudiantes se ven forzados a huir de sus hogares para buscar refugio en algún otro lugar.
Sin embargo, a pesar de la actual inseguridad, más de 3,8 millones de niños y niñas están volviendo a la escuela, también en regiones muy afectadas por el conflicto.
Junto con UNICEF y otros aliados el Ministerio de Educación Nacional, Alfabetización y Promoción de las Lenguas Nacionales (MENAPLN, por sus siglas en inglés), ha ampliado sus esfuerzos para devolver a los niños y niñas a las aulas, especialmente en las zonas más afectadas por la crisis de seguridad, incluyendo las regiones Norte, Centro-Norte, Boucle du Mouhoun, Este, Centro-Este y Sahel.
Solo este año, UNICEF ha apoyado al MENAPLN para facilitar el acceso a educación a 763.000 estudiantes a través de educación formal, estrategias de escolarización acelerada, formación profesional y educación por radio, y ha distribuido más de 150.000 kits educativos y otros suministros. Además, se van a repartir 2.670 sets de radio para apoyar la educación a través de ese medio, 500 escuelas en una maleta y 435 kits recreativos y de desarrollo infantil temprano; estos suministros cubrirán las necesidades de 37.400 niños. UNICEF también está apoyando la formación de profesores para garantizar que 350 nuevas escuelas apliquen los estándares de "Calidad Escuela Amiga de la Infancia" y el enfoque de Escuela Segura.
Al menos 756 niños y niñas han recibido formación en materia de comunicación interpersonal, promoción de la paz, cohesión social y género, y se ha informado -yendo puerta por puerta- a 76.800 padres y cuidadores sobre la importancia de la educación, para alentar a la escolarización masiva de alumnos. Estos "promotores de la vuelta a la escuela" han llegado a un millón de padres.
En 2023, todavía alrededor de 5,5 millones de personas necesitan ayuda humanitaria en Burkina Faso, incluidos 3,2 millones de niños atrapados en el conflicto. Mas de 2 millones de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares debido a la violencia, de los que el 58% son niños.
A medida que la crisis humanitaria continúa, los retos y necesidades persisten, y los recursos disminuyen. En línea con el llamamiento de Acción Humanitaria para la Infancia (HAC, por sus siglas en inglés), UNICE necesita 226,7 millones dólares (215,3 millones de euros) para seguir proporcionando artículos y servicios vitales a los niños y poblaciones vulnerables. Hasta la fecha solo se ha asignado el 13% de los fondos requeridos.