La expansión de la Universidad de Málaga continúa en la ampliación el campus de Teatinos y hoy se ha presentado públicamente el edificio de la futura Facultad de Turismo, cuyas obras fueron recepcionadas a finales de julio y que se espera que pueda estar en funcionamiento a partir del próximo curso 2026-27.
El rector, Teodomiro López, acompañado por el vicerrector de Infraestructuras -Salvador Merino- y por el decano del centro, Antonio Peláez, ha sido el encargado de ofrecer algunos detalles técnicos, afirmando que estas instalaciones "son las que necesitaba Turismo para afrontar la proyección de sus titulaciones y para respaldar la estrategia de la Universidad, encaminada a incidir en la notable importancia y repercusión que tienen las disciplinas turísticas en Málaga y la Costa del Sol".
Lo respaldan los datos: El 15 por ciento del empleo de la comunidad autónoma andaluza está generado por el turismo, mientras que el 25% del mismo está vinculado a la provincia de Málaga. Además, el nuevo centro "servirá de polo de atracción para el estudiantado nacional e internacional, que busca un modelo de éxito de formación al máximo nivel en la gestión de la industria turística, gastronómica y hotelera en general".
Datos técnicos
El edificio tiene una extensión de 21.000 metros cuadrados, y, debido a las exigencias en materia aeronáutica, se ha resuelto en un inmueble de poca altura, con tres materiales fundamentales en su construcción: hormigón, cristal y madera. En cuanto a su presupuesto, desde el inicio de las obras -en 2019- ha experimentado un incremento, debido fundamente a los sobrecostes que acarreó la pandemia del covid. Se planificó en 24 millones de euros, que derivaron en 30 millones debido a la revisión de los precios, hasta quedar en 34 millones, después del incremento de los citados costes.

Diseñado por el estudio de arquitectura internacional Vaíllo Irigaray Architecs -con la colaboración de Joaquín López Baldán como arquitecto local-, su construcción ha seguido criterios de sostenibilidad y eficiencia energética, con una organización en torno a patios que actúan como colchones térmicos y espacios regulados naturalmente mediante ventilaciones cruzadas.
Su fachada es una celosía estructural que actúa como cierre y, a la vez, como protección solar, con iluminación natural y unos cerramientos de suelos y techos del mismo material, sin ningún tipo de mantenimiento. El ajardinamiento con especies autóctonas tiene también mínimas exigencias hídricas.
Equipamiento
Una vez resuelta la construcción del edificio, ahora tiene que ser equipado. Salvador Merino ha explicado que, en un primer momento, se utilizará el mobiliario que actualmente hay en el centro, repartido en las instalaciones de Teatinos que comparte con la Facultad de Ciencias de la Comunicación. También se hará uso del parque mobiliario con el que cuenta la UMA e incluso con los que prevén los convenios existentes para este fin con la Junta de Andalucía.
En palabras del decano de Turismo, Antonio Peláez, "es una buenísima noticia poder recepcionar la nueva facultad, ya que nos permitirá seguir creciendo y pone punto final a una situación en la que nos enfrentábamos a unos espacios que se nos habían quedado pequeños".
Además de aulas, patios, salones de actos, despachos, cafetería o biblioteca, el nuevo edificio cuenta con unas modernísimas instalaciones de laboratorios y cocinas, a las que darán uso los alumnos de las titulaciones de sus dos grados -Turismo y Ciencias Gastronómicas y Gestión Hotelera-, sus dobles grados y los posgrados que se imparten en el centro.