El Ayuntamiento de Málaga, a través de la Empresa Municipal de Aguas (Emasa), está intensificando los trabajos de mantenimiento y conservación de las redes de saneamiento y pluviales que se llevan a cabo durante todo el año de manera preventiva antes del inicio de la época de lluvias. Estas tareas abarcan no sólo la inspección de los más de 2.600 kilómetros de conducciones, sino también los 40 kilómetros de arroyos y pequeños cauces embovedados (en coordinación con el Área de Servicios Operativos), los casi 60.000 imbornales que hay distribuidos por la ciudad para canalizar el agua de lluvia o la limpieza de las salidas al mar de las redes de pluviales. Además de estas labores preventivas, cuando se esperan episodios de fuertes lluvias se activa un dispositivo especial antes, durante y después para dar respuesta a cualquier incidencia.
El mantenimiento ordinario de las redes de saneamiento y pluviales se realiza mediante la inspección de todas las canalizaciones a través de cámaras que son introducidas, lo que permite intervenir ágilmente en cuanto se determina la necesidad de limpiar aquellos elementos y tramos que lo requieran. En el último año, han sido inspeccionados más de mil kilómetros de la red, de los que 60 han requerido limpieza.
De forma similar es la planificación relativa a los imbornales. En base a la experiencia acumulada en los últimos años, la ciudad está dividida en distintas zonas, de forma que cada una se inspecciona entre dos y cuatro veces al año y en función del nivel de suciedad detectada se procede a su limpieza. En el último año, se han realizado más de 104.000 inspecciones, dando lugar a 35.400 actuaciones de limpieza. La información relativa al mantenimiento de los imbornales en distintos puntos de la ciudad está disponible en la web de Emasa (https://www.emasa.es/).

Dentro de la planificación, también se incluye la vigilancia y el mantenimiento de aquellos puntos en los que arroyos y pequeños cauces en superficie que hay por la ciudad pasan a discurrir por tramos embovedados o entubados. Estos elementos, denominados embocaduras y en los que suelen acumularse áridos y suciedad, están siendo revisados actualmente, antes del inicio de la temporada de lluvia, al igual que también se hace al final de cada primavera, aunque también se realizan actuaciones específicas en episodios de fuertes precipitaciones. Estos trabajos son complementarios a los que el Área de Servicios Operativos acomete en más de 200 puntos en el marco del plan municipal de limpieza de ríos y arroyos para reducir el riesgo de inundaciones (más información en https://www.malaga.eu/el-ayuntamiento/notas-de-prensa/detalle-de-la-nota-de-prensa/index.html?id=176299).
Limpieza de las salidas de redes de pluviales y arroyos
En paralelo, dentro de esta labor inspectora continua, y con el objetivo de mantener operativos y controlados los puntos de vertido (aliviaderos) de las redes pluviales y arroyos. Estas infraestructuras permiten evacuar las aguas procedentes de la lluvia hacia el mar, arroyos y ríos para reducir el riesgo de inundaciones o daños en otros puntos de la ciudad, por lo que cada día son inspeccionados para tener información actualizada sobre su estado y garantizar su correcto funcionamiento tanto en episodios de lluvia como por temporales marítimos. El último año se han realizado más de 14.200 inspecciones de puntos de vertido. Precisamente en estos días se está procediendo a la limpieza de las salidas de los aliviaderos para que queden completamente despejadas. Estos trabajos consisten primero en retirar la acumulación de arena que pueda obstaculizar la salida del agua, para posteriormente extraer el agua estancada y proceder a su limpieza para que el canal de desagüe quede expedito hacia el mar.
En este sentido, cabe remarcar que cuando se tiene constancia de un aviso meteorológico de precipitaciones intensas, Emasa activa un plan de refuerzo en el que, en función del nivel del aviso por parte de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), se establecen una serie de medios humanos, técnicos y mecánicos para la gestión de las incidencias que puedan registrarse. Así, antes del inicio son inspeccionados los puntos considerados más vulnerables; durante el mismo se mantiene una vigilancia continua de la ciudad y se atienden las incidencias que se puedan producir; y una vez finalizado, además de solventar todas las incidencias se estudian sus causas para buscar soluciones que mejoren el comportamiento de estos puntos afectados.