Con apenas seis centímetros de tamaño, el kril antártico, aliado en la mitigación del cambio climático por su capacidad para capturar carbono y base de la red alimentaria del Océano Austral, enfrenta una creciente presión por la pesca industrial y un vacío normativo que deja su futuro sin un marco claro de protección.
Por eso, científicos y organizaciones ambientales reclaman una gestión actualizada y efectiva, sobre todo, cuando en julio de este año, por primera vez, la temporada de pesca de kril se cerró meses antes de lo previsto, tras alcanzarse el límite precautorio de captura de 620.000 toneladas -alrededor del 1 % de su biomasa estimada-.
Entre los motivos de este aumento se encuentran el creciente interés de la industria pesquera que lo emplea como alimento para la acuicultura y para mascotas, como cebo para la pesca recreativa y como suplemento nutricional rico en omega-3 para el consumo humano.
Este cierre prematuro y sin precedentes fue una señal que puso de relieve la "creciente preocupación por la concentración de la pesca de esta especie en zonas ecológicamente sensibles", explica, en una entrevista con EFE, la doctora y experta en ecofisiología de especies pelágicas del Instituto Alfred Wegener, Bettina Meyer.
Factores de estrés para el ecosistema
Hasta 2024, la pesca de kril contaba con una medida establecida por la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCAMLR) -organismo internacional encargado de proteger y gestionar la vida marina de la región-, que imponía límites espaciales para evitar que la captura se concentrara en determinadas zonas, pero la falta de consenso entre los miembros de esta comisión impidió renovar la norma.

Un ejemplar de krill en las instalaciones de la Base Profesor Julio Escudero, el 16 de diciembre de 2021, en la Isla Rey Jorge, situada en el territorio chileno antártico. (EFE)
Aunque el volumen total de pesca representa el 1 % de su biomasa, los expertos alertan de una confluencia de factores, ya que la sobreconcentración de la actividad pesquera coincide con "una fuerte variabilidad interanual de su biomasa y su éxito reproductivo", así como con una recuperación de las poblaciones de depredadores que dependen del kril, como pingüinos, ballenas, focas y aves marinas, "lo que aumenta su demanda natural".
A eso se suman los efectos del cambio climático, añade, "que están reduciendo el hábitat de hielo marino esencial para su reproducción".
Un momento clave para avanzar en la gestión del kril
Por su parte, Nicholas Kirkham, de la iniciativa Pew Bertarelli Ocean Legacy, advierte del riesgo de alcanzar ese límite sin un marco actualizado: "Desde 2009 no se han implementado medidas adicionales (...) con el aumento de las capacidades y competencias de la industria, la CCAMLR también necesita avanzar", subraya Kirkham.
En este contexto, la reunión anual de la CCAMLR, que se celebra del 20 al 31 de octubre en Hobart (Australia) y que reúne a delegados de 27 países -entre ellos, expertos de la Coalición Antártica y del Océano Austral (ASOC)-, llega en un momento decisivo e investigadores y ONG confían en que sirva para restablecer las limitaciones espaciales y modernizar el sistema de gestión.
En esa línea, Meyer lidera un estudio ('Ajustar la gestión de la pesca del kril antártico para hacer frente a los retos del siglo XXI') que propone la 'Hipótesis de Stock de Kril', un marco científico que, según explica la investigadora, integra datos como la distribución espacial y las rutas ecológicas clave que permitiría "establecer límites de captura que reflejen la distribución del kril en tiempo real".
Crear sinergias entre científicos e industria
La propuesta incluye además una colaboración estrecha entre científicos e industria, en virtud de la cual los buques pesqueros podrían funcionar como "plataformas de investigación, convirtiendo los activos de la industria en valiosas fuentes de datos", añade.
Desde Pew Bertarelli Ocean Legacy, una alianza en la que participa The Pew Charitable Trusts -entidad que colabora con EFE en la difusión de este contenido-, esperan que esta reunión encuentre la forma de alcanzar el consenso y, tras su conclusión, no solo se sustituya el mecanismo que distribuía la captura, sino que se adopten también medidas reforzadas.