Durante esta época del año, a partir de abril hasta junio, los Bomberos de la Diputación de Teruel atienden, entre otros servicios, la retirada de colmenas de abejas las cuales son un riesgo para la salud y la seguridad de las personas. En estas intervenciones trasladan a estos insectos de lugares de tránsito a apicultores para que no puedan causar daño, especialmente a los niños.
Desde inicios de este año el Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento ha realizado 25 de este tipo de actuaciones: 8 desde el Parque de Bomberos de Teruel, 13 desde Alcañiz, 3 desde Calamocha y una desde Montalbán. Algunas de las localidades donde se han intervenido son Torralba de Sisones, Alcañiz o El Poyo del Cid.
Un grupo de dos o tres individuos, provistos del material de seguridad indispensable y un recipiente para guardar los ejemplares, se moviliza al sitio del suceso, siguiendo un protocolo predefinido. Este sistema considera el comportamiento gregario de estos animales.
Tras examinar el área y evaluar las circunstancias, los bomberos toman un panal y lo introducen en la caja que la sitúan tan cerca como sea posible del enjambre, con el fin de atraer a las abejas y lograr que la mayoría entren en ella.

Una de las claves que simplifica esta operación es descubrir y ubicar a la abeja reina, ya que al ingresar ella en la caja, las demás la siguen. Para lograrlo, se guían porque la reina generalmente se encuentra en el centro de la colmena, rodeada por otras abejas que la defienden y algunas más revoloteando a su alrededor. Asimismo, el resto de las abejas indican si la reina ha entrado en la caja, pues un reducido grupo se sitúa en la entrada, con el abdomen ligeramente elevado y las alas un poco abiertas, adoptando una postura similar a la de una flecha.
Cuando la colmena es reciente las abejas suelen ser más pasivas, no obstante es una operación que requiere mucha precaución. Cuando se trata de un enjambre más antiguo es necesario recurrir ocasiones al uso de humo para adormecer a los insectos, simplificando así la operación. Una vez capturadas todas las abejas en el recipiente se entregan a apicultores especializados.
La mayor parte de las actuaciones ocurren en primavera, coincidiendo con el aumento de la población en las colmenas estables. En esta época, la aparición de nuevas reinas provoca que una deba abandonar la colmena, llevándose consigo a numerosas obreras que se asientan temporalmente en sitios potencialmente peligrosos.
En torno al 60% de las actuaciones suelen provenir de los avisos de 112. El resto provocan avisos de policía, ayuntamientos o incluso particulares. Actúan sobre todo cuando las colmenas se encuentran en lugares de difícil acceso como en las alturas o dentro de paredes.