El Ayuntamiento de Santa Cruz, a través de la concejalía de Participación Ciudadana, ha presentado el proyecto de los nuevos Presupuestos Participativos de la ciudad, para el periodo 2026-2028, con motivo de la Cumbre Global de Gobierno Abierto celebrada en Vitoria.
El alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, quiso reflejar la apuesta por la participación ciudadana a través de los Presupuestos Participativos del Grupo de Gobierno destacando que son "una herramienta de democracia directa que permite a nuestros vecinos y vecinas decidir en qué se invierte una parte de los recursos municipales". "Con este modelo de gestión abierta -continuó el regidor- el consistorio busca acercar la toma de decisiones a la ciudadanía, promoviendo una cultura política más transparente, colaborativa e inclusiva".
Por su parte, el concejal de Participación Ciudadana, Javier Caraballero, adelantó que "en las próximas semanas presentaremos la nueva campaña de Presupuestos Participativos para los años 2026 y 2027" y aseguró que "gracias a esta forma de cogobernanza llevamos años haciendo realidad las propuestas de cada uno de los vecinos o de los colectivos de Santa Cruz de Tenerife gracias a una cooperación directa con ellos".

El director general de Organización del Ayuntamiento, José Antonio Herrera, fue el encargado de dar a conocer la propuesta santacrucera ante representantes institucionales y expertos en gobernanza democrática, subrayando el modelo participativo de la capital como una referencia en transparencia, colaboración y gestión compartida entre administración y ciudadanía.
El objetivo principal de los Presupuestos Participativos de Santa Cruz es dar voz a la ciudadanía en la planificación del futuro de sus barrios y de la ciudad. No se trata solo de escuchar propuestas, sino de incorporar activamente las prioridades vecinales en la agenda municipal. De este modo, los santacruceros y santacruceras no son simples receptores de servicios públicos, sino protagonistas en la construcción de la ciudad.
Entre los principios que guían este proceso destacan la transparencia, la equidad y la descentralización. El Ayuntamiento garantiza la rendición de cuentas a través de un seguimiento público de los proyectos seleccionados, promueve la participación de todos los sectores sociales -con especial atención a colectivos tradicionalmente menos representados- y distribuye los fondos de forma equilibrada entre los cinco distritos de Santa Cruz. Cada área del municipio cuenta así con recursos propios para desarrollar proyectos que respondan a sus necesidades específicas, sin perder de vista las iniciativas de alcance general que benefician al conjunto de la ciudad.
El proceso de los Presupuestos Participativos se articula en varias fases. En primer lugar, se lleva a cabo una campaña de información y sensibilización, que explica a la ciudadanía cómo participar y qué tipo de proyectos pueden presentarse. A continuación, se abre el periodo de propuestas, en el que cualquier persona o colectivo puede plantear ideas de mejora, tanto presencialmente como a través de medios digitales. Las iniciativas recibidas son analizadas por los servicios técnicos municipales, que valoran su viabilidad jurídica, económica y técnica. Finalmente, las propuestas viables pasan a una fase de votación pública, en la que la población decide cuáles se ejecutarán con cargo al presupuesto municipal.
Una vez seleccionados los proyectos, el Ayuntamiento asume su ejecución y seguimiento, garantizando que los resultados sean públicos y medibles. Este mecanismo refuerza la confianza entre la institución y la ciudadanía, asegurando que los compromisos adquiridos se cumplan de manera efectiva.
El programa se estructura en dos grandes líneas: la Línea Distritos, destinada a proyectos localizados en los diferentes barrios del municipio, y la Línea Ciudad, enfocada en actuaciones de carácter global, como actividades culturales, educativas o de sensibilización social. En su conjunto, los Presupuestos Participativos de Santa Cruz representan un modelo de gestión moderna y abierta, donde la voz ciudadana se convierte en una herramienta de transformación real.