Agentes de Policía Nacional, en una operación realizada con la colaboración de la Policía Judiciária portuguesa, han desmantelado un laboratorio de extracción de clorhidrato de cocaína en Badajoz. En la operación se han incautado más de 45 kilogramos de sustancia lista para su venta, 20 kilogramos en fase de "cocinado", más de 100 bidones de sustancias químicas para su elaboración, así como vehículos de alta gama y equipos de contravigilancia, entre otros efectos. El centro de producción de estupefacientes se encontraba en una vivienda situada en una zona apartada, cerca de la ciudad de Badajoz, conocida como "Malasaradas".
Hay siete detenidos como presuntos responsables de delitos contra la salud pública, concretamente tráfico de drogas y sus precursores, y pertenencia a organización criminal.
Más de 100 bidones de productos químicos procedentes de Portugal
Del hecho se tuvo conocimiento gracias a los mecanismos de cooperación policial internacional con la Unidad Nacional de Combate al Tráfico de Estupefacientes de la Polícía Judiciária portuguesa. Los agentes lusos alertaron de un envío de productos químicos que podría entrar en territorio nacional por Badajoz, siendo transportado en un camión de alto tonelaje.

Por ello, ambos cuerpos policiales establecieron un dispositivo de vigilancia discreta en la autovía A-5, localizando un camión que se dirigía hasta el polígono industrial "El Nevero" de la localidad pacense. Allí descargó más 100 bidones en una de las naves, identificando plenamente los investigadores a las tres personas que se encontraban recibiendo la mercancía, comprobando al mismo tiempo las excesivas medidas de seguridad que adoptaban.
Estas personas, eran de sobra conocidas por los agentes actuantes, carecían de relaciones comerciales relacionadas con la importación y manipulación de productos químicos. Todo ello apuntaba a que dichos productos podrían ser utilizados para el "cocinado" de sustancias estupefacientes.
A pesar de que los investigados extremaban las medidas de seguridad en sus desplazamientos, los agentes lograron localizar el lugar en donde se ubicaba la vivienda en la que se podrían estar manipulando las distintas sustancias. Finalmente lograron ubicarla en una zona apartada, cerca de la ciudad de Badajoz, conocida como "Malasaradas", donde los investigados también contaban con distintos sistemas de seguridad.
Más de 45 kilos de cocaína lista para su distribución
Con toda la información recopilada por los investigadores y con la preceptiva autorización judicial, se llevó a cabo un registro domiciliario en la citada finca. En la intervención se contó con el apoyo de distintas unidades de la Policía nacional -Grupo Especial de Operaciones, UPR, Guías Caninos, TEDAX-NRBQ, Policía Científica- así como con un equipo de la Policía Judiciária portuguesa. Los agentes detuvieron en la finca a seis personas por presuntos delitos contra la salud pública, concretamente tráfico de drogas y sus precursores y pertenencia a organización criminal. Un séptimo miembro de la organización fue localizado a la salida de su domicilio en Badajoz.
Durante el registro realizado en la vivienda, los agentes comprobaron que las distintas estancias del inmueble se habían modificado y adaptado a las distintas fases del denominado "cocinado" de la cocaína. Zonas en las que se producían las distintas fases de transformación, adulteración y finalización del clorhidrato de cocaína, tratándose por tanto de un laboratorio tipo destinado a la transformación y finalización del proceso previo a su distribución.
En el interior de la vivienda se localizaron más de 45 kilos de cocaína empaquetada y lista para su venta y otros 20 kilos en proceso de decantación, así como numerosos productos químicos para este proceso y útiles para completar el proceso, plásticos, prensas, entre otros.
Igualmente y de forma paralela se intervinieron en el almacén del polígono industrial "El Nevero" 106 bidones de sustancias químicas, concretamente acetonas para continuar con la preparación y producción de la cocaína, así como nueve vehículos de alta gama, inhibidores de frecuencia, detectores de dispositivos de rastreo y numerosos teléfonos móviles.
Los siete detenidos, tras la instrucción del pertinente atestado, fueron puestos a disposición de la autoridad judicial competente, quien decretó el ingreso en prisión de todos ellos.