En la primera valoración se observó que el ejemplar de osezno se encontraba en estado de shock, con una deshidratación muy severa y muy baja condición corporal. Ya en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres, donde se encuentra actualmente, se observa que el osezno se encuentra más atento y comienza a responder a los estímulos, aunque sigue sin tener movilidad en el tercio posterior que le impide ponerse de pie.