World Vision acoge con satisfacción el anuncio de un acuerdo de paz que allana el camino hacia un alto el fuego largamente esperado en Gaza, un paso crucial para la recuperación de millones de niños y niñas cuyas vidas han quedado destrozadas por dos años de conflicto.
"Este acuerdo de paz, y sobre todo el alto el fuego que le seguirá, es un paso vital en lo que debe ser un proceso de recuperación largo y deliberado para una generación de niños y niñas que han soportado un sufrimiento inimaginable", afirma Eleanor Monbiot, directora regional de World Vision para Oriente Medio y Europa Oriental. "Esperamos que los millones de niños y niñas atrapados en el fuego cruzado de esta crisis no vuelvan a sufrir nunca más las privaciones extremas y la violencia que han marcado su vida cotidiana durante los últimos dos años".
El alto el fuego por sí solo no es suficiente. Debe abrir la puerta a una acción humanitaria rápida y a gran escala. La infancia y las familias que se han visto privados de alimentos, agua, atención sanitaria y educación necesitan ayuda urgente. Todos los rehenes de los horribles ataques de hace dos años deben ser liberados inmediatamente, para que las familias puedan reunirse con sus seres queridos.
"La vida de todos los niños y niñas es sagrada. Proteger a la infancia y garantizar que tenga pleno acceso a la ayuda humanitaria debe ser la máxima prioridad", añade Monbiot. "Este acuerdo de paz ofrece por fin a la comunidad internacional la oportunidad de cumplir ese compromiso. Tras tanta devastación y sufrimiento, solo una respuesta de alcance verdaderamente histórico puede empezar a devolver la esperanza a los niños y niñas y sus familias".
Una respuesta de tal magnitud requiere un acceso inmediato y sin obstáculos de la ayuda humanitaria a toda Gaza y Cisjordania. Quienes la prestan deben poder moverse libre y rápidamente para llegar a los niños y niñas y las familias que han soportado meses de privaciones. Se necesitará una enorme inversión para restablecer la atención sanitaria, la educación y otros servicios esenciales que se han colapsado durante el conflicto. La infancia también necesita apoyo a largo plazo para curar las heridas emocionales y psicológicas de la guerra, con inversiones específicas en espacios seguros, asesoramiento y programas de recuperación basados en la comunidad.
"Esperamos que toda una generación de niños y niñas de la región pueda ahora empezar a curarse", dice Monbiot. "Pero esto es solo el comienzo: una necesidad extraordinaria debe impulsarnos a dar una respuesta trascendental si queremos marcar realmente la diferencia para los niños y niñas".