Funcionarios de Vigilancia Aduanera de la
Agencia Tributaria en Castilla la Mancha, en la operación denominada 'Pizzaoil', han desarticulado un entramado societario dedicado a la adulteración de carburantes y al fraude fiscal del Impuesto Especial de Hidrocarburos que ya había extendido sus actuaciones a Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid, Andalucía y Valencia y que habría podido cometer un fraude valorado en más de 350.000 euros.