De su extinción se ocuparon los miembros del GES de Ortigueira con la colaboración de los efectivos del parque comarcal de
bomberos del Eume. Sin embargo, las dificultades de acceso para los grandes camiones obligaron a los agentes de la Guardia Civil a trasladar a un miembro del equipo de
bomberos, a su cabo, para comprobar, a través de la cámara térmica, los puntos de mayor calor, así como el estado de las estructuras, para contribuir a una mejor extinción del fuego.