Existe un tópico instalado desde hace unos años en el sector primario español: la buena marcha del sector de los frutos secos. Sin embargo, tras un auge de nuevas plantaciones, en su mayoría de regadío, en muchas zonas de España, existen miles de agricultores de frutos secos en régimen de secano que están afrontando una situación de grave crisis en numerosos territorios.
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha puesto el foco en los agricultores de avellana, que han sufrido la peor campaña (2024/2025) del siglo en cuanto a rendimientos, especialmente en el secano, pero también en regadío. Según los datos oficiales de producción relativos a Cataluña –la principal región productora–, en la campaña 2024/25 el rendimiento en secano ha sido de 75 kg. por hectárea, muy lejos de los 1.164 kg. del año 2008. En el caso de los regadíos, los rendimientos este año rondan los 400 kg., muy lejos también de los 2.087 kg./ha. del año 2008.
Estos mínimos rendimientos han hundido las cifras de producción un 57,4% respecto a la anterior campaña. España apenas producirá 2.725 toneladas de avellanas, un 65,6% menos de la media de las últimas cinco campañas. A pesar de que la superficie de avellanos se ha mantenido alrededor de las 9.000 hectáreas, fundamentalmente en Tarragona.

Como denuncia David Bové, productor y representante del sector de UPA Catalunya, el cambio climático está afectando a los avellanos en forma de "árboles muertos, exhaustos, estresados hídricamente y sin producción. Esto deja sin viabilidad económica a los productores y a las Cooperativas". Los agricultores también sufren la escasez de materias activas para realizar tratamientos, lo que dificulta la lucha contra las plagas.
UPA está reclamando a las Administraciones –tanto al Gobierno central como a la Generalitat dde Cataluña– un plan para apoyar a los agricultores y agricultoras afectados. "La avellana constituye un sector de gran importancia geoestratégica y medioambiental, aporta un producto autóctono de extraordinaria calidad, en zonas altamente pobladas y que demandan productos de cercanía para abastecer a la industria agroalimentaria, la hostelería y el turismo", explican desde UPA.
Meses después del encuentro en el que UPA reclamó un plan de apoyo al sector, la situación "no avanza y la crisis empeora". Las importaciones, por su parte, se están disparando, principalmente desde Chile, Estados Unidos y Turquía. Con este último país, representantes de UPA se reunieron ayer, en el marco de la mesa de cooperación entre la UE y Turquía, un país de gran importancia para el mercado de la avellana, como primer productor mundial. En la reunión se demostró cómo la producción de avellanas tiene una fuerte dependencia climática, afectando a la estabilidad del mercado y la viabilidad de sus explotaciones.





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