Las organizaciones Amigas de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace y SEO/BirdLife han presentado un recurso de alzada ante la Junta de Andalucía contra la resolución que autoriza el proyecto de explotación minera en Aznalcóllar. Las organizaciones denuncian que el procedimiento presenta graves deficiencias legales y ambientales, por lo que solicitan su anulación y una revisión en profundidad de todo el expediente.
La mina de Aznalcóllar fue el origen, en 1998, del que ha sido uno de los mayores desastres ambientales vivido por España desde la transición democrática. A pesar de contar con todas las autorizaciones entonces en vigor, la rotura de la balsa de residuos generó un vertido tóxico que arrasó el corredor del Guadiamar y amenazó de lleno el ecosistema de Doñana. Según las organizaciones recurrentes, ese precedente debería bastar, por sí solo, para exigir el máximo nivel de cautela y garantía ambiental ante cualquier nuevo intento de explotación minera en la zona.
Entre los principales motivos del recurso destacan:
- La ausencia de una concesión minera válida para la empresa promotora, así como deficiencias documentales que, a juicio de las organizaciones, deberían haber motivado la inadmisión de la solicitud desde su inicio.
- El incumplimiento de procedimientos esenciales de evaluación ambiental, incluyendo la falta de una Declaración Ambiental Estratégica para el plan especial vinculado a la explotación, y la no tramitación de la Autorización Ambiental Integrada de la planta de beneficio.
- La autorización de un vertido al estuario del Guadalquivir que no ha sido adecuadamente evaluada ni sometida a la participación pública requerida, y que podría vulnerar la normativa básica estatal en materia de calidad de aguas y de protección de espacios como Doñana.
- El uso previsto de la corta de Aznalcóllar como depósito de residuos mineros sin haber realizado un análisis de vulnerabilidad frente a accidentes graves ni disponer de un plan de emergencia exterior, pese a que el lugar ya fue objeto de una catástrofe ambiental en 1998.
- El impacto sobre las masas de agua y los ecosistemas, incluidos impactos sobre la fauna y los espacios protegidos.
- Con el recurso se han aportado cuatro informes técnico-científicos elaborados por personal investigador de diversas universidades andaluzas. El último de ellos, fechado el 22 de junio de 2025, analiza episodios recientes de contaminación desde el recinto minero hacia el río Agrio, asociados a las lluvias de marzo, lo que plantea serias dudas sobre el control de emisiones y el cumplimiento de la normativa de aguas incluso antes del inicio de la fase operativa del proyecto.
Las organizaciones recuerdan que el estuario del Guadalquivir es un sistema frágil con alta biodiversidad, y que diversos estudios han señalado ya su estado de contaminación por metales pesados, así como la existencia de condiciones físico-químicas que favorecen la acumulación de contaminantes. En este contexto, cualquier nuevo vertido debe ser evaluado con el máximo rigor y transparencia, siguiendo el principio de precaución.
Por todo ello, Amigas de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace y SEO/BirdLife solicitan a la Junta de Andalucía que suspenda la autorización recurrida, revise el procedimiento completo con garantías y asegure que cualquier decisión sobre el proyecto se adopte conforme a la legalidad y en defensa del interés público y la protección del medio ambiente.
Grave riesgo al Parque Nacional de Doñana
Doñana no solo es uno de los espacios protegidos más emblemáticos de España, sino que ostenta el estatus de Parque Nacional, Patrimonio Mundial por la UNESCO, Reserva de la Biosfera y sitio Ramsar. Toda alteración en la calidad y cantidad de aguas del estuario del Guadalquivir puede afectar de forma indirecta pero relevante a este ecosistema.
El vertido proyectado de aguas tratadas con altas concentraciones de contaminantes supone una alteración hidrológica que podría contravenir la Ley del Parque Nacional de Doñana (Ley 91/1978), que exige informe preceptivo del Consejo de Participación para actuaciones que afecten al estuario. Sin embargo, este informe no ha sido emitido. Además, tanto UNESCO como Ramsar han expresado su preocupación sobre el proyecto, instando a que se actúe con extrema cautela y que se garantice, antes de adoptar cualquier decisión irreversible, que no habrá impactos negativos sobre Doñana ni su entorno
Sobre la afección a fauna y espacios protegidos
El proyecto impacta en el entorno de en múltiples espacios de la Red Natura 2000 (ZEC Corredor Ecológico del Guadiamar, ZEC Bajo Guadalquivir, ZEPA Doñana, entre otros) y atraviesa áreas clave como la IBA 260 Condado-Campiña, hábitat de especies amenazadas como el sisón común o la avutarda (En Peligro) o el aguilucho cenizo (Vulnerable). La conducción de vertido atraviesa directamente zonas relevantes para el lince ibérico y varias aves esteparias, y no se ha realizado una evaluación adecuada de los impactos acumulativos ni de las afecciones indirectas.
Los vertidos, incluso tratados, contienen concentraciones significativas de metales pesados (cadmio, mercurio, plomo, arsénico) que podrían bioacumularse en la cadena trófica, afectando a peces, aves acuáticas, nutrias y otros vertebrados de alto valor ecológico, así como a hábitats de interés comunitario como los bosques de ribera.