Cartagena ha doblado la capacidad de la Unidad de Cuidados Paliativos ubicada en el hospital del Rosell, pasando de 8 a 15 camas individuales, que garantizan la intimidad y un cuidado más personalizado del paciente en fase terminal de la enfermedad, asegurando, además, un espacio más cómodo para los familiares acompañantes.